Fibra óptica y la nube
Algunas empresas aprovechan la nube para guardar grandes cantidades de información, así como múltiples aplicaciones, liberando la carga de sus redes locales, sin embargo, también los usuarios promedio utilizan ciertos servicios en la nube. Pensemos, por ejemplo, en servicios como iCloud.
Considerando la cantidad de información que transita entre los servidores remotos y los usuarios, un gran ancho de banda es indispensable para trabajar de forma eficiente con servicios almacenados en la nube. Debido a la necesidad de ancho de banda, no es de extrañarse que cada vez más infraestructuras pensadas para trabajar con la nube, utilicen fibra óptica como medio de transmisión.
En este sentido, la fibra óptica garantiza una conexión robusta y veloz, que permite acceder a la información almacenada en la nube de manera prácticamente instantánea, además de permitir el flujo de grandes cantidades de datos.
Por otro lado, una preocupación bastante común al trabajar con información de manera remota, es el tema de la seguridad, especialmente si se trata de información sensible o privada, como la que manejan las empresas. La información puede ser vulnerable a los hackers en el trayecto entre el servidor y el usuario. Intervenir cables de cobre es una práctica común, sin embargo, interceptar información en una red de fibra óptica es considerablemente más complicado.
La fibra óptica es uno de los mejores aliados para cualquier servicio cuyo funcionamiento depende del internet y, por supuesto, el almacenamiento de información en la nube no es la excepción. Si una empresa considera mudarse a la nube, vale la pena evaluar si su red actual cuenta con las características necesarias para hacerlo. Cambiar a una red de fibra óptica, podría ser la mejor forma de prepararse para trabajar con la nube.