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Fibra óptica a través del ártico

Fibra óptica a través del ártico

Nueva ruta de cable submarino

El mundo está conectado por decenas de cables submarinos de fibra óptica, que ligan países y continentes enteros, permitiendo que millones de usuarios accedan a internet todos los días. Los cables submarinos, se encuentran desplegados en distintos océanos, desde la costa este de Estados Unidos, hasta el Atlántico norte, donde conectan con Europa. A través del Mediterráneo y el Mar Rojo, pasando por el Océano Índico, el Mar de la China Meridional, hasta el océano pacífico, donde vuelve a conectar con el continente americano.

Daría la impresión de que, por medio de fibra óptica submarina, hemos cableado el mundo entero, pero, aunque es cierto que estos cables dan la vuelta al planeta, muchos de ellos siguen la misma ruta, lo que conlleva algunas desventajas. La falta de diversidad geográfica a la hora de desplegar redes submarinas, provoca que no existan alternativas, es decir, rutas alternas de cableado, que se puedan utilizar en caso de algún suceso que afecte las rutas principales de los cables submarinos de fibra óptica.
Por ejemplo, en caso de que un tsunami dañara los cables desplegados en una ruta submarina, no existiría otra red alternativa, que se pueda utilizar mientras se reestablece la red principal, lo que dejaría incomunicada a una gran parte de la población.

Es por esta razón que la compañía finlandesa Cinia, en conjunto con la operadora rusa MegaFon, se encuentran discutiendo el despliegue de un cable de fibra óptica a través del Océano Ártico, que conectaría a Europa, Asia y Norteamérica, reduciendo la latencia entre estos continentes, a la vez que brindaría una ruta alternativa para las telecomunicaciones submarinas globales.

Aún cuando este no es el primer intento de crear una ruta de cable submarino a través del Ártico, se han presentado dificultades técnicas que han impedido que estos proyectos se concreten, recordemos, por ejemplo, el proyecto Artic Fiber. Una dificultad importante que han enfrentado otros intentos de desarrollar una ruta de fibra óptica en esta zona del mundo, ha sido que la temporada de navegación es muy corta, sin embargo, en un giro inesperado, el cambio climático y el deshielo del Ártico, han tenido como consecuencia que la temporada de navegación se prolongue, lo que podría permitir el despliegue de un cable submarino.

Queda por ver si este proyecto entre Cinia y Megafon llega a concretarse y si, bajo las nuevas condiciones traídas por el calentamiento global, se logra realizar un despliegue exitoso de un cable de fibra óptica submarino, que conecte tres continentes a través del Océano Ártico. Lo que es una realidad, es que esta ruta sería bastante beneficiosa para las telecomunicaciones globales.

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