Fibra óptica y ahorro energético
Cuando pensamos en las redes actuales, normalmente lo hacemos en términos de ancho de banda y velocidad de transmisión, sin embargo, detrás de toda red, existe otro indicador importante: el consumo energético. Se calcula que, en la actualidad, cerca del 2% de la energía que se produce a nivel mundial, es consumida por los centros de datos que sostienen las redes del planeta.
Basado en las tendencias actuales, podemos decir que la cantidad de información producida, almacenada y transmitida en todo el mundo, seguirá creciendo a un ritmo bastante acelerado, lo que provocará el aumento del número de data centers a nivel mundial y, como consecuencia, también aumentará la cantidad de energía destinada a ellos.
Hoy más que nunca, estamos conscientes de que, en su mayoría, la producción energética conlleva consecuencias ambientales. Claro, existen alternativas más sustentables, como la energía solar o eólica, pero, lo cierto es que éstas siguen siendo la excepción y no la norma. Por ello, podemos decir que, el consumo energético de los centros de datos, tiene afectaciones en el medio ambiente.
La fibra óptica, es un medio de transmisión que contribuye a que los data centers minimice su consumo energético sin sacrificar su eficiencia, gracias a que, por un lado, una infraestructura de red de fibra óptica requiere menos equipos activos, mientras por el otro, al trabajar con pulsos de luz, requiere menor electricidad que las infraestructuras de cobre.
La utilización de fibra óptica en data centers es ya una tendencia en aumento. Esto se debe al mayor ancho de banda y velocidad de transmisión que permite este medio, así como las facilidades de administración que ofrece, pero sin duda, el ahorro energético que permite, se está volviendo más y más relevante.