En el mercado existen diferentes tipos de conectores ópticos. Los más comercializados por su aplicación son LC, SC, FC, ST, MU y E2000, además de los MPO y MTRJ, conocidos como multifibra, por su capacidad de contener más de dos fibras.
Todos conectores cuentan con un elemento muy importante llamado “férula”, que es primordial para permitir una correcta alineación y acoplación entre los dispositivos ópticos:
Después de un proceso de ensamble en donde la fibra es insertada por la férula del conector y es asegurada por medio de epóxico y un curado en horno se prosigue con el pulido.
Existen 3 tipos de pulidos de acuerdo al tipo de fibra óptica que estamos usando y la aplicación:
Un conector que ha sido pulido de forma correcta se puede validar por medio de una inspección visual y además llevándolo a una prueba de interferometría de acuerdo a los parámetros de Telcordia GR-326-CORE.
Una acoplación con conectores de diferente pulido puede ocasionar problemas graves como:
Existen diferentes diámetros de férula de acuerdo al conector óptico a utilizar, en general las férulas son fabricadas de cerámica de zirconia para ofrecer excelente rendimiento y, además, de acuerdo al tipo de férula e incluso pulido se tienen diferentes recomendaciones para realizar una limpieza adecuada.